El cuidado estético de un vehículo no solo se refiere a lavarlo cuando está sucio o a pasar una franela por las superficies exteriores cuando están cubiertas de polvo.

Implica saber que hay productos específicos para cuidar la integridad y el brillo de la pintura y una manera adecuada de utilizarlos.

Hasta hace relativamente poco tiempo, era común ver a muchas personas que lavaban sus autos con una manguera, un poco de detergente de ropa que diluían con agua en un balde y un trapo.

Lo que en principio era la buena intención de dejar al vehículo reluciente, al cabo de un tiempo se tornaba en un atentado contra la estética.

Esto debido a que ese tipo de sustancias están formuladas para otros usos y su aplicación sobre la pintura automotriz, con tejidos que hasta pudieran ser abrasivos, acelera su proceso de deterioro.

Pero este no solo era un error que cometían personas particulares por desconocimiento, sino que también era una práctica habitual en varias lavadoras de autos.

Afortunadamente, varios factores, entre los que se cuenta la considerable inversión que implica la compra de un vehículo nuevo o usado, han hecho que muchos propietarios sean más cuidadosos y prefieran gastar un poco más en productos específicamente diseñados para ese fin.

Otra alternativa interesante es llevar el vehículo a los denominados centros de detallado, que son establecimientos encargados de cuidar la estética automotriz con productos de marcas reconocidas y personal debidamente capacitado.

Si bien esto resulta más costoso que una limpieza convencional, el beneficio se reflejará a largo plazo en la preservación del valor comercial del vehículo.